Excursiones para hacer andando desde Broto

Excursiones para hacer andando desde Broto

Que Broto es uno de los destinos más deseados del Pirineo Aragonés, es un hecho. En los últimos años, su entorno privilegiado, su proximidad al Valle de Ordesa, así como su oferta gastronómica y hotelera lo han convertido en uno de los lugares más visitados casi en cualquier estación. Desde aquí se pueden hacer una buena cantidad de excursiones, tanto andando como desplazándote en coche a lugares cercanos. Aunque es cierto que la visita merece la pena en cualquier época, es en verano (por el buen tiempo) y en otoño (cuando la belleza de los alrededores alcanza su cénit) cuando este destino es más demandado.

Sea como sea, uno de los atractivos de Broto es su localización. A unos pocos minutos en coche puedes alcanzar destinos tan deseados como la pradera de Ordesa, el valle de Bujaruelo, el cañón de Añisclo o el bellísimo pueblo de Aínsa, por nombrar sólo alguno de ellos. Pero también es cierto que, si no tienes coche o no te apetece conducir, Broto ofrece numerosas excursiones que se pueden hacer a pie desde el mismo pueblo. La mayoría de ellas pueden hacerse con niños, y no necesitan una gran preparación física.

A continuación te explico algunas de las mejores excursiones que pueden hacerse andando desde Broto.

Excursión a la Cascada de Sorrosal

Esta maravilla está tan cerca de Broto que casi no podemos ni llamarla excursión. Sería imperdonable visitar el pueblo y no recorrer los apenas 400 metros que separan la cascada del casco urbano.

Para llegar, sólo tienes que dirigirte a la carretera que conduce hasta el vecino pueblo de Oto, y antes de cruzar el puente sobre el río Sorrosal encontrarás un cartel que señala el camino.

Justo antes de iniciar el recorrido, a la derecha, te llamará la atención una propiedad en la que seguro que ves un montón de cabras. Se trata de La Cañabla, una explotación familiar muy recomendable si vas con niños, en la que, además de comparar quesos y otros productos artesanos, podrás visitar las cabras o ver alguna exhibición de los perros pastores.

Tras atravesar un portal de madera, se inicia el camino hacia la cascada. Justo al principio hay un panel informativo con datos de interés geológico sobre la misma. El recorrido hasta la cascada es llano y sencillo, aunque tiene algunos escalones tanto al comienzo como en su parte final. Transcurre todo el tiempo al lado del río.

La senda que se recorre está asfaltada, y casi en todo momento se tiene la visión de la cascada al final del cañón. El sonido del agua al caer se va haciendo más intenso según se llega a la parte final, en la que tendremos que subir unas escaleras metálicas para acceder a las mejores vistas del salto de agua.

De la cascada nos llamará la atención, por supuesto, el salto de agua que se parte en dos debido a un saliente en las rocas, pero también la increíble orografía, con unos pliegues imposibles que la convierten en un punto de gran interés geológico. Su estampa es espectacular.

Es posible (si la cantidad de agua lo permite) cruzar por un puentecito al otro lado y ver la cascada justo desde su base. Desde esa orilla, además, comienza la espectacular vía ferrata que asciende por la pared al lado del salto de agua. Si pretendes hacerla, asegúrate primero de que las condiciones son favorables y de que está permitido en ese momento. Si no, puede ser muy peligroso.

Excursión a Oto

El pequeño pueblo de Oto se encuentra a sólo 1 kilómetro de Broto, y es uno de los paseos más frecuentes entre locales y visitantes. Aunque existen varios caminos que van y vienen, yo os propongo uno circular (en mi opinión el más bonito).

Tendremos que dirigirnos a la carretera que conduce hasta Oto, y cruzar el puente sobre el río Sorrosal. Unos metros más adelante, encontraremos un cartel que nos desviará a una senda, la que usaremos para llegar a Oto.

Tal y como indica el cartel, la senda es cortita (menos de un kilómetro) y muy sencilla, sin apenas desnivel.

Es mucho más bonita que la carretera, ya que el recorrido discurre más alto, no hay tráfico, y las vistas son mejores. Si miramos hacia atrás, tendremos una bonita panorámica de Broto con Mondarruego al fondo.

Cuando la senda llega a su final, poco antes de llegar al pueblo, la vegetación se abre y se puede disfrutar de unas preciosas vistas del valle.

Una vez en Oto, podemos dar un paseo y disfrutar de sus callejuelas y de la arquitectura típica del Pirineo, con sus casas de piedra y techos de pizarra.

Aunque todas sus construcciones son bonitas, las más llamativas son la iglesia y el castillo (hoy en día alojamiento rural).

Para hacer el recorrido circular, no volveremos por la senda ni tampoco por la carretera, sino que cruzaremos el pueblo y bajaremos hasta el camping de Oto. Si nos apetece, el bar del camping es un buen lugar para sentarse a descansar y tomar algo. Desde la puerta, además, obtendremos las mejores vistas de Oto.

Desde el camping volveremos por la carretera que lleva hasta el pabellón polideportivo y las pistas de tenis, donde giraremos a la izquierda para seguir el camino, paralelo al río Ara. Cuando lleguemos al momento en el que la carretera asciende (volveríamos a nuestro punto de partida) elegiremos el camino de tierra que sigue hacia el río y que nos conducirá hasta la pasarela peatonal que nos llevará de vuelta a Broto.

Excursión a Pueyo

Tipo de rutaIda y vuelta
Punto de partida/finBroto
DificultadFácil
Distancia2,7 km (ida y vuelta)
Duración1 hora 10 minutos
Desnivel214 metros
Adaptado a carritos o movilidad reducidaNo

Es una excursión sencilla, más bien es un paseo, aunque con un importante desnivel, ya que ascenderemos unos 214 metros en algo más de un kilómetro (a la ida). Sin embargo, con buen calzado y bien aprovisionadas de agua, no tendremos ninguna dificultad para llegar hasta arriba.

La excursión empieza desde el propio pueblo de Broto. Buscaremos la plaza donde se encuentra el bar 27 (actualmente cerrado), y caminaremos dejando el bar a nuestra derecha (en dirección a la cascada de Sorrosal). Pronto encontraremos un cartel con indicaciones para ir a Fragen por la cima de Pueyo. Siguiendo esas indicaciones podríamos llegar hasta el pueblo de Fragen y hacer una ruta circular, pero no es nuestro objetivo hoy, ya que sólo queremos subir hasta la cima de Pueyo y volver por el mismo camino.

Si seguimos las indicaciones, pronto llegaremos a una casa, y probablemente dudaremos de si el camino es por ahí. Sí, lo es. Curiosamente la ruta pasa por debajo de la propia casa, es algo extraño. En cuanto pasemos la casa ya nos vamos a encontrar con el final del pueblo y el inicio de la ruta por la propia montaña.

La ruta está indicada con marcas amarillas y blancas. Su única dificultad es el ascenso constante, muy pronunciado en algunos tramos, y en caso de ir con niños, algún cortado en el que habrá que vigilarlos más de cerca, pero no entraña ningún peligro. El camino no para de ascender y casi todo el recorrido transcurre bajo los árboles, a la sombra. Cuando alcanzamos cierta altura, podemos deleitarnos con las vistas de Broto entre las ramas de los árboles.

Vistas de Broto desde el camino

En el último tramo del camino los árboles se retiran y dan paso a un sendero despejado que nos permite disfrutar de las vistas de todo el valle.

Una vez en lo alto, llegaremos a una pradera en la que el camino se bifurca. Es aquí donde podríamos decidir continuar hasta Fragen o quedarnos y disfrutar de las vistas que ofrece Pueyo. Es lo que hacemos nosotros. Así que entramos en el bosque de pinos de la cima y nos asomamos al borde para ver Broto a vista de pájaro.

Es el momento de disfrutar de la cima y tomarnos un descanso. Sentarnos, almorzar, contemplar las vistas… Como en nuestro caso la excursión termina aquí, el camino de vuelta será el mismo que hemos tomado para subir. La bajada será menos costosa para nuestros pulmones, pero pondrá a prueba nuestras piernas. Pero antes de bajar, caminaremos un poco siguiendo la senda para contemplar una panorámica desde lo alto de la cascada de Sorrosal y encontrarnos con el final de la vía ferrata.

Probablemente nos encontraremos con algún montañero que finalice la vía, ya que el regreso a Broto después de realizarla es este mismo camino por el que hemos ascendido y por el que ahora vamos a bajar. Hemos completado la excursión.

Excursión a Sarvisé

Ir de paseo hasta los pueblos vecinos es una de las mejores excursiones que puedes hacer andando desde Broto. Ya hemos visto como llegar hasta Oto, el más cercano, así que ahora nos vamos a ir hasta Sarvisé, siguiendo el curso del río Ara. Es un paseo de algo más de 3 km (sólo ida).

Puedes empezar desde el puente que cruza el río Ara, bajando las escaleras que conducen al paseo, justo delante de la pizzería. En cualquier caso, tienes que situarte en la orilla izquierda del río, y llegar hasta el final del pueblo por allí. Cuando acaba el pueblo, encontrarás una bifurcación. El camino de abajo conduce a la urbanización Nuevo Broto, que es privada; tendrás que coger el de arriba, en el que encontrarás el cartel que indica el comienzo del camino.

Dejaremos la ermita a mano izquierda, y nos adentraremos en la senda. La primera parte del trayecto es por senda, y no es accesible al tráfico. En esa parte hay bastante sombra, y en varios puntos se puede acceder al río e incluso bañarse.

Más adelante, el camino se convierte en pista de tierra. Es bastante habitual encontrar pescadores en esa zona del río.

Continuaremos la pista, aunque veremos alguna bifurcación a la izquierda, hasta que lleguemos a la que tiene un cartel que indica que ese es el desvío a Sarvisé. Es el momento de dejar atrás el río y caminar hasta el pueblo.

Sarvisé es conocido sobre todo por los paseos a caballo, es una de las actividades preferidas de sus visitantes. Es fácil que en el último tramo del camino te encuentres con alguna expedición ecuestre o, lo que es peor, con sus restos orgánicos.

Una vez en Sarvisé, puedes dar un paseo por el pueblo o tomar algo en alguna terraza si vas en época de buen tiempo. Allí se encuentra uno de los restaurantes más conocidos del valle, Casa Frauca, en el que es prácticamente imposible que puedas comer y cenar si no has reservado previamente. No es mala idea dar un paseo hasta allí, ver el pueblo, comer y aprovechar el paseo de vuelta para bajar la comida…

Excursión a Torla

Seguimos con las visitas a los pueblos vecinos, con el que quizá es el más atractivo de todos ellos, tanto por la belleza de sus calles como por ser la puerta de entrada al valle de Ordesa. La excursión de Broto a Torla es una de las más bonitas que puedes hacer andando desde Broto, recorriendo las orillas del río Ara. Aunque se puede hacer el camino de ida y vuelta por la misma ribera, la excursión es más completa si la haces circular.

En este panel puedes encontrar los datos de la excursión circular, cuyo recorrido es de unos 6,5 kilómetros, con un desnivel de 225 metros y una duración (si no parásemos a ver Torla) de aproximadamente 1,45 horas. Como es circular, se puede hacer en los dos sentidos, en el que indica el cartel o en el contrario. Yo personalmente prefiero hacerla al revés, ya que hay un tramo un poquito más complicado en la margen izquierda del Ara y así se hace a la ida, con las piernas menos cansadas.

El camino empieza justo detrás de la iglesia de Broto. Sólo tienes que subir hasta ella y ponerte en el lado opuesto a la puerta de entrada. Allí verás que se inicia una pista, paralela al río. Es el comienzo.

Nada más empezar, encontrarás dos bifurcaciones que no tienen ninguna indicación. En la primera tienes que elegir el lado izquierdo (la otra lleva a una huerta) y en la segunda el derecho (la otra baja al río). No te preocupes, porque si en cualquiera de ellas eligieses el incorrecto te darías cuenta en unos pocos metros. Tras la primera bifurcación, el camino se convierte en senda.

En este primer tramo hay algún otro pequeño desvío que conduce al río, y que proporciona unas bonitas vistas del Ara con Mondarruego al fondo.

Después de estos primeros metros, el camino aparece siempre señalizado con unos carteles que te indican la dirección, tanto si vas de ida como de vuelta.

Torla está más alto que Broto, lo cual significa que en esta excursión, a la ida, toca subir. La senda pronto empieza a ascender y dejamos abajo el río, con el que nos reencontraremos muy cerquita de Torla. La senda discurre bajo la sombra de los árboles, y allí donde estos clarean, podemos ver el Ara a nuestros pies.

Poco antes de finalizar la subida, llegaremos a una zona sin vegetación en la que el sendero se convierte en un cortado de rocas. Aunque no es difícil pasarlo, es la parte más “complicada” de la excursión y la que quizá nos dé un poco de cosilla si tenemos vértigo.

Poco después, el camino comienza a descender y vuelve a convertirse en sendero e incluso en pista en algún tramo. Es entonces cuando se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas de Torla entre los árboles, con el Mondarruego como telón de fondo.

Solo tendremos que seguir el camino y hacer caso a las señales, y nuestros pasos nos llevarán hasta Torla. Como nos encontramos al otro lado del río, llegaremos a un puente, el puente del Gualar. Lo cruzaremos y continuaremos por la senda que asciende hasta el centro de visitantes de Torla, junto al gran párking del que parten los autobuses a Ordesa.

Hemos llegado a Torla, y ahora toca pasear por sus calles y placitas, tomar algo y disfrutar de uno de los pueblos más bonitos del valle.

Cuando queramos volver a Broto, nos dirigiremos de nuevo al párking. Esta vez caminaremos hasta el final del mismo, paralelos a la carretera, para encontrar el inicio del camino de vuelta. Regresaremos por la orilla derecha del Ara, en un recorrido más sencillo que el que hemos hecho a la ida, y que nos devolverá a Broto por la zona verde conocida como “La chopera”. Antes de llegar al pueblo, no te olvides de darte la vuelta para disfrutar de las mejores vistas del Ara con Mondarruego al fondo.

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