Una de las rutas más deseadas por viajeros y viajeras de todo el mundo es la que recorre las orillas del valle del Loira en Francia. ¿Por qué? Muy sencillo. Contemplando el cauce del río más largo de Francia podemos encontrar cientos (literal) de castillos que nos evocan una época dorada para la corte y la nobleza francesas, una época de lujos y caprichos, una forma de vida para una élite que solamente podía acabar con un estallido popular que cambiaría el curso de la Historia: la Revolución Francesa.
Pero es que además de los castillos, el valle del Loira nos seducirá con su gastronomía, sus ricos vinos, su naturaleza, sus pueblos encantadores y sus históricas ciudades. Uno de los destinos más románticos de Europa. Tan fascinante, que la UNESCO declaró 280 km de este valle como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
En la zona del Loira hay más de 3000 castillos (Oh my God!), aunque los que se pueden visitar son unos 70. Obviamente, necesitaríamos un par de meses para ello, así que es necesario “estudiar” un poco antes para elegir los más adecuados a nuestro gusto, y los imprescindibles.
A diferencia del castellano, en francés la palabra château se refiere por igual a los castillos y a los palacios. Pongamos como ejemplo el más célebre de todos, el Palacio de Versalles (Château de Versailles). Os cuento esto porque, curiosamente, en lo que nosotros conocemos como “La ruta de los castillos”, la mayoría de ellos responden más a la definición en castellano de palacio. Es decir, no se trata de fortificaciones o edificios defensivos, sino de viviendas de lujo para la nobleza o la familia real. Residencias de verano, emplazamientos de caza, edificios estratégicos… Lo importante en los châteaux no es defenderse, sino demostrar la riqueza y el poder. Y por esa misma razón son tan impresionantes.
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Cómo llegar al valle del Loira
Desde España existen dos formas básicas de llegar hasta allí: en coche o en avión. El valle del Loira es un destino perfecto para los amantes de los roadtrips, y por eso mi recomendación es que lo recorras en coche.
- En coche. Es la mejor opción si vives en el norte de España. Aunque llegar hasta allí cuesta (900 km desde Zaragoza, en nuestro caso), puede solucionarse con una noche de camino a la ida y/o a la vuelta, que además te da la oportunidad de conocer otros lugares interesantes en la ruta. Una vez allí, el coche te dará muchísima libertad, ya que podrás visitar pueblecitos o moverte en el horario que quieras sin depender de transportes públicos.
- En avión. Si vives más lejos o no tienes tantos días, lo mejor es que vayas hasta la zona en avión y una vez allí alquiles un vehículo. Se puede volar a los aeropuertos de París y Nantes, ambos están muy cerca de la ruta de los castillos. Si no quieres alquilar coche, podrás usar el transporte público o contratar excursiones, pero ten en cuenta que eso limitará mucho tus movimientos y horarios.
Alojamientos
Esta es otra de las cuestiones a las que tienes que dedicarle un tiempo al preparar el viaje. El valle del Loira es bastante extenso, pero los castillos más importantes se encuentran en una franja de unos 120 kilómetros. Por esa razón no es necesario cambiar de alojamiento cada noche, sino que se pueden establecer dos o tres puntos de pernocta y desde allí organizar las visitas.
En nuestro caso optamos por la ciudad de Tours y por un pueblecito a las afueras de Blois. Escogimos dos casitas en Airbnb e hicimos 3 noches en cada uno de ellas. Al ir en agosto nos fijamos en que las dos tuvieran espacio al aire libre, lo que nos permitía disfrutar de las noches de verano en los días en los que cenábamos en casa.
La oferta de alojamientos en Francia es muy amplia. Incluso haciendo el viaje en pleno agosto encontramos muy buenos precios.
A la ida hicimos una noche de hotel en Burdeos y a la vuelta dormimos en una cabaña de un camping en la Bahía de Arcachon.
Gastronomía
Qué decir de la gastronomía francesa. La cocina gala es la primera del mundo, y no es de extrañar. Hasta las personas más especiales comiendo se encontrarán felices en un país con una de las ofertas más ricas y variadas del mundo, y además, muy parecida a la española.
Para reducir el presupuesto, nosotras combinamos las comidas en restaurantes con picnics y cenas en casa, aunque los precios de los restaurantes tampoco nos parecieron excesivamente caros.
- Comer en restaurantes: es la mejor opción para saborear la gastronomía del país. En Francia, los restaurantes ofrecen una especie de menú del día que se llama Plat du jour o Menu du jour. Se puede escoger entre entrante + principal + postre, o elegir sólo el principal y acompañarlo del entrante o del postre. La mayor diferencia con los menús del día españoles es que la elección del principal (si la hay) suele ser solamente entre dos opciones, pero no te preocupes: las dos son un triunfo. El precio del menú completo en nuestro viaje osciló entre los 15 y los 22 euros. Aunque la bebida no está incluida, en Francia se puede pedir agua en carafe (jarra). Es agua corriente, y es gratis.
- Comer de picnic: comer al aire libre en verano es una verdadera delicia. Además de los supermercados de las ciudades, puede comprarse comida en los maravillosos mercados al aire libre. La variedad en los supermercados es amplia, hay ensaladas preparadas, empanadas, pastas y arroces para llevar, embutidos… incluso tortillas de patata. No tendrás problema en preparar una buena variedad de menús. Pero lo mejor es los sitios en los que puedes tomarlos. Francia es un país muy preparado para comer al aire libre, y es fácil encontrar muchas áreas con mesas, sombras y bonitas vistas (e incluso servicios).
- Comer en casa: es otra forma de degustar la comida local a un precio muy económico. En nuestras cenas no faltó esa combinación mágica de queso, foie y vino, tres de las joyas de la gastronomía francesa.
Presupuesto
A la hora de calcular el dinero que puede costar este tipo de viaje, tendrás que tener en cuenta distintos tipos de gastos. Este es mi resumen de gastos:
En el transporte hay que tener en cuenta la gasolina, los peajes (171€ en total, que no es tontería) y también el kilometraje del coche, gasto que decidimos compartir entre todas. En este sentido el presupuesto del viaje varía dependiendo de cuántos ocupantes tenga el coche, siempre que se compartan los gastos. En las ciudades grandes utilizamos el tranvía para movernos de un sitio a otro y no tener que preocuparnos por los aparcamientos.
El alojamiento, pese a ser temporada alta, fue muy económico. Lo reservamos con 2 meses de antelación.
Las entradas a los castillos es un gasto al que no se puede renunciar en este viaje. Aunque hay castillos que pueden visitarse por fuera, en otros casos ni siquiera puedes acceder al recinto (y verlo) a no ser que pagues la entrada. Cuando planifiques el viaje, puedes tener eso en cuenta y valorar en cuáles debes sí o sí pagar la entrada y hacer la visita completa. Siempre que sea posible, comprar las entradas con antelación puede evitarnos colas en la taquilla.
En cuanto a las comidas, una buena forma de ajustar el presupuesto es intercalar las comidas en restaurantes con las de casa o de picnic. El bolsillo lo agradecerá.
En el apartado “Otros“, tendríamos los cafés, cañas, vinos y algún otro capricho fuera de las comidas, además de algún parking.
Nuestra ruta
Una de las decisiones más difíciles a la hora de emprender un viaje como este, es qué cosas puedo visitar y cuáles tengo que dejar (por el momento). En nuestro caso disponíamos de 9 días, pero hemos de contar el desplazamiento desde Zaragoza, que como ya he dicho son unos 900 km. Lo solucionamos haciendo una noche por el camino a la ida (en Burdeos) y otra en a la vuelta (en la Bahía de Arcachon).
Considero que necesitas al menos 5 o 6 días allí para que el desplazamiento en coche merezca la pena. Si no dispones de ese tiempo, sería mejor coger un avión.
Las dos ciudades que marcan los límites del valle del Loira son Nantes, al Oeste, y Orléans, al este. Algo más de 300 kilómetros de recorrido, con tanto que ofrecer que puede resultar abrumador intentar abarcarlo todo. En nuestro caso elegimos los castillos que se encuentran en la zona entre Tours y Blois, y fue un recorrido que nos encantó.
Aquí os dejo nuestra ruta y los castillos, pueblos y ciudades que visitamos:
DÍA 1. LA ALMUNIA-BURDEOS
DÍA 2. BURDEOS – CHINON – CHATEÂU D’USSÉ – AZAY-LE-RIDEAU- TOURS
DÍA 3. TOURS – LOCHES – MONTRÉSOR – TOURS
DÍA 4. TOURS – CHENNONCEAU – CLOS LUCÉ – AMBOISE – TOURS
DÍA 5. TOURS – CHÂTEAU DE CHEVERNY – BLOIS
DÍA 6. BLOIS – ORLÉANS – BLOIS
DÍA 7. BLOIS – CHÂTEAU DE CHAMBORD – BLOIS
DÍA 8. BLOIS – DUNE DU PILAT
DÍA 9. DUNE DU PILAT – LA ALMUNIA
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Un viaje muy atractivo. Lo presentas de tal modo que difícilmente puede uno resistirse a realizarlo. Una entrega propia de las mejores guías.
¡Gracias!
Lo tengo pendiente…. Gracias!!!!
¡Merece mucho la pena!
Menudo regalo para mi memoria!!!
No será el último…